Trae, Jarifa, trae tu mano,
ven y pósala en mi frente,
que en un mar de lava hirviente
mi cabeza siento arder.
Ven y junta con mis labios 5
esos labios que me irritan,
donde aún los besos palpitan
de tus amantes ayer.
¿Qué la virtud, qué la pureza?
¿Qué la verdad y el cariño? 10
Mentida ilusión de niño
que halagó mi juventud.
Dadme vino: en él se ahoguen
mis recuerdos; aturdida,
sin sentir, huya la vida; 15
paz me traiga el ataúd.[...]
Mujeres vi de virginal limpieza
entre albas nubes de celeste lumbre;
Yo las toqué y en humo su pureza
tocarse vi, y en lodo y podredumbre. 20
Y encontré mi ilusión desvanecida,
y eterno e insaciable mi deseo.
Palpé la realidad y odié la vida:
solo en la paz de los sepulcros creo.
Muere, infeliz; la vida es un tormento, 25
un engaño el placer; no hay en la tierra
paz para ti, ni dicha, ni contento,
sino eterna ambición y eterna guerra.
Ven, Jarifa; tú has sufrido
como yo; tú nunca lloras. 30
Mas,¡ay, triste!, que no ignoras
cuán amarga es mi aflicción.
Una misma es nuestra pena,
en vano el llanto contienes...
Tú también, como yo, tienes 35
desgarrado el corazón.
José de Espronceda
El autor de este poema es José de Espronceda. Él fue el
máximo representante del romanticismo liberal en el país de España. Nació el
año 1808 y murió el año 1842. Desde muy joven se sintió atraído por la literatura
y empezó a escribir.
Este poema tiene como tema el amor y la tristeza.
Esta obra se extiende sobre siete estrofas, compuestas de
treinta y seis versos.
La mayoría de los versos son octosílabos, pero hay
algunos versos que se mueven entre ocho y diez silabas. Esto también quiere
decir que los versos se mueven entre arte menor y arte mayor.
En cuanto a la rima, riman: en la primera estrofa, el
primer verso y el quinto van sueltos, pero el segundo rima con el tercero, el
cuarto verso con el octavo, y el verso seis rima con el séptimo; en la segunda
estrofa, es como en el la estrofa anterior; en la tercera estrofa, el primer
verso rima con el tercero, y el segundo con el cuarto; en la quinta y la secta
estrofa son como la tercera estrofa; y la en séptima estrofa es como la primera
y segunda estrofa.
La rima es consonante.
Se observan algunos recursos literarios de forma, como la
repetición de la palabra “ven” que aparece al principio de los veros dos, cinco
y veintinueve; la palabra “Jarifa” también se repite varias veces, en el verso
uno, y en el verso veintinueve. Hay un polisíndeton en el verso veintisiete.
Hay dos anáforas: la “y” en los versos veintiuno y veintidós, y el “qué” en los
nueve y diez.
Este poema tiene varias partes diferentes a través del
tema. La primera parte, se extiende des del principio hasta el verso dieciséis,
en donde está hablando el poeta con Jarifa, él la quiere mucho e intenta
besarle, pero también dice que no puede vivir sin su presencia. La segunda
parte, que va del verso diecisiete hasta el verso veinticuatro, en donde cuenta
al lector sus experiencias, y que odia la vida. La tercera parte se extiende de
la penúltima estrofa, en donde reflexiona sobre el sentido de la vida, y
finalmente la última parte es la última estrofa, en donde vuelve a hablar con
Jarifa.
En este poema de José de Espronceda, se observan varios
recursos literarios de significado, como las dos interrogaciones retóricas, en
los versos nueve y diez, que consisten en preguntas, no para percibir una
respuesta, si no para dar más fuerza al poema. También hay una metáfora: una en
el tercer verso, “un mar de lava hirviente”.
En esta obra se refleja mucho el huir de la realidad y el
tema del amor, que todo esto se relaciona con la época en la que vivió José de
Espronceda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario