La princesa está triste. ¿Qué tendrá la princesa?
Los suspiros se escapan de su boca de fresa,
que ha perdido la risa, que ha perdido el color.
La princesa está pálida en su silla de oro,
está mudo el teclado de su clave sonoro, 5
y en un vaso, olvidada, se desmaya una flor.
El Jardín puebla el triunfo de los pavos reales.
Parlanchina, la dueña, dice cosas banales,
y vestido de rojo piruetea el bufón.
La princesa no ríe, la princesa no siente; 10
la princesa persigue por el cielo de Oriente
la libélula vaga de una vaga ilusión.
Ay!, la pobre princesa de boca de rosa
quiere ser golondrina, quiere ser mariposa,
tener alas ligeras, bajo el cielo volar; 15
ir al sol por la escala luminosa de un rayo,
saludar a los lirios con los versos de mayo,
o perderse en el viento sobre el trueno del mar.
<<Calla, calla, princesa-dice el hada madrina-;
en caballo con alas, hacia acá se encamina, 20
en el cinto la espalda y en la mano el azor,
el feliz caballero que te adora sin verte,
y que llega de lejos, vencedor de la Muerte,
a entenderte los cambios con su beso de amor>>
Rubén
Darío
Este poema está escrito por Rubén Darío. Él nació el año
1867 y murió el año 1916. Fue un poeta de Nicaragua e iniciador y máximo
representante del Modernismo literario. Durante sus primeros años estudió con
los Jesuitas. A los doce años publica sus primeros versos.
En este poema se observa el tema de belleza y amor.
Esta obra tiene cuatro estrofas, compuestas por
veinticuatro versos.
La mayoría de versos de este poema son alejandrinos, y
por tanto, pertenecen a la categoría de are mayor.
La rimas aparecen: el verso uno rima con el verso dos, el
verso tres rima con el verso seis, el verso cuatro rima con el verso cuatro
rima con el verso cinco, el verso siete rima con el ocho, el verso nueve rima
con el doce, el verso diez rima con el once, el verso trece rima con el
catorce, el verso quince con el dieciocho, el verso dieciséis con el dieciocho,
el verso diecinueve rima con el veinte, el verso veintiuno rima con el
veinticuatro, y finalmente, el verso veintidós, rima con el veintitrés.
La rima es consonante.
Se observan varios recursos literarios de forma en este
poema de Rubén Darío, como por ejemplo, en el primer verso se ve una
interrogación retórica, que es una pregunta, no para recibir una respuesta,
sino para dar más fuerza al pensamiento. Hay una repetición de “la princesa”, siempre
en el principio de los veros uno, cuatro, diez, y once.
Este poema se divide en diferentes partes a través del
tema.
La primera parte se extiende sobre la primera estrofa, en
donde el autor describe el estado de la princesa y de que la princesa no está
contenta. La segunda parte se extiende sobre las dos siguientes estrofas, donde
también describe su estado, diciendo que quiere ser libre. La última parte es
del verso diecinueve hasta el final del poema, en donde la hada madrina aparece
en el texto.
Se observa una figura retórica de significado, una
metáfora, en el segundo verso, ”boca de fresa”, y también una metáfora hay en
el verso trece, “boca de rosa”.
En este poema Rubén Darío habla de dos símbolos muy
importantes propios de aquel tiempo, en el verso ocho, aparece el Jardín, y en
el verso catorce, aparece la “mariposa”.
El jardín, es un símbolo que quiere enseñar y crear a la
vez un pequeño mundo a parte para los poetas. La mayoría de veces se lo
imaginaban como un sitio exótico y fuera de la realidad. Este símbolo hace
también un poco referencia a una base católica, porque es como el paraíso de
Adam y Eva.
La mariposa, es un símbolo para la libertad, pero
sobretodo transmite lo que quieren los poetas, un cambio por sus palabras, de
convertir algo feo a algo bonito, como la mariposa hace con la metamorfosis. Ella
también primero se transforma de un gusano feo a una mariposa muy bonita.
En mi opinión, este poema nos enseña el amor que siente
el autor hacía la princesa.
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